Ker Saorengo, Casa de Todos es un proyecto colaborativo de actividades deportivas (boxeo), culturales (baile flamenco) y socioeducativas (apoyo escolar, manualidades y actividades lúdicas), que tiene como objetivo fomentar la participación de la población infantil y juvenil en riesgo de exclusión de los barrios de Las Ventas, La Inmaculada, La Asunción y Armunia, en León.
Realizo un breve comentario, por razones de espacio, sobre el tema de los Derechos de la Infancia y su realización en este proyecto colaborativo.
Quienes estamos al frente de este proyecto, y los voluntarios que se ofrecen a formar parte del mismo, no desconocemos el hecho de que, con nuestra entrega y dedicación diaria, estamos respondiendo al derecho fundamental que tienen los niños a recibir protección, formación y educación. Somos conscientes de que, mientras crecen, están en desarrollo y dependen de nosotros, los adultos, para muchas cosas. Tampoco ignoramos que, con nuestro tiempo dedicado a estos niños y adolescentes, recibimos con creces mucho más de lo que damos. Les queremos y nos quieren.
Nuestra presencia diaria se concreta a dos horas cada tarde. Una de baile flamenco o de boxeo alternando los días, y otra de apoyo escolar. En cuanto al refuerzo escolar se refiere, comenzamos siempre por dar protagonismo al niño o a la niña. Lo favorece el procurar no asignar más de tres niños/as a cada educador, circunstancia que propicia el diálogo entre el adultos y menores participantes. Les preguntamos cómo se encuentran, qué tal les ha ido en el colegio, dónde tienen mayor dificultad, y en qué quieren que les ayudemos. Inicialmente nos preocupa la situación de los niños y luego viene todo lo relacionado con lo escolar.
“El mejor recuerdo que tengo de estos días: uno o dos niños alrededor de la mesa con sus deberes, su conversación de cómo le ha ido por la mañana en la clase, las dificultades que les surgen, cómo ven ellos el mundo de los adultos... Animarlos constantemente a esforzarse un poquito más para terminar la tarea...”,
comenta a este respecto un voluntario. Sabemos que el prestar atención a lo que los niños y niñas tienen que decir nos permitirá respetar su derecho a expresarse, entender sus ideas para mejorar el futuro e incluir sus prioridades en nuestras acciones desde este momento.
El principio de la no discriminación está muy presente entre nosotros, considerando que la mayoría de los niños, niñas y adolescentes que participan son de etnia gitana.
Coordinadores de actividades, responsables últimos y personas voluntarias tenemos nuestras reuniones periódicas para programar, analizar y evaluar nuestro trabajo con los niños. Así que, cuando corresponde tomar decisiones y cómo éstas les pueden afectar, el interés por los niños es prioritario.
Quizá nos falla un poco el tenerles informados sobre sus derechos, y educarles sobre ello. Aprovecharemos esta ocasión del Día Internacional de los Derechos de la Infancia para hacerlo. Una oportunidad para renovar nuestra sensibilidad y la de los mismos niños.
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